Estas bolas, localizadas a nivel gástrico, provocan un malestar importante en el gato y si son pequeñas por lo general, terminan siendo expulsadas con uno o varios vómitos.
La situación se complica, cuando estos bezoares, constituidos por masas compactas de pelo, atraviesan el píloro y se dirigen al intestino delgado. Ya aquí, pueden seguir causando vómitos, pero no son expulsadas. Si no son demasiado grandes, pueden continuar su camino por el intestino, y luego ser eliminadas con las heces, con mayor o menor dificultad, y se hace realmente grave, cuando estas bolas se hacen demasiado grandes, quedando retenidas en la luz intestinal, sobretodo a nivel de la segunda porción del intestino delgado.
En esta situación, se produce un estado de malestar general en el animal, que puede culminar en una pérdida total del apetito y de las funciones intestinales, ocurriendo una oclusión intestinal, que si no es resuelta quirúrgicamente, para liberar el paso a este nivel, tiene como resultado la muerte.
La formación de bolas de pelo, se manifiesta sobre todo en las razas de pelo largo, pero las de pelo corto tampoco se libran de ellas.
Los gatos que tienen acceso al exterior acostumbran ingerir hierbas que les producen el vómito, con lo cual eliminan el pelo acumulado que aún no ha llegado al intestino.
Existen los productos que se utilizan para facilitar el tránsito intestinal de los bezoares, que suelen ser a base de malta, también puede suministrársele levadura de cerveza o aceite de hígado de bacalao, mezclado con la comida o directamente en la boca, lo cual facilita la eliminación natural, dificulta la formación de las bolas de pelo, y además de evitar problemas con los pelos ingeridos, dan brillo y fuerza al pelo vivo, lo cual resulta beneficioso para el manto del gato.
También hay actualmente, alimentos diseñados para gatos, que ayudan a controlar las bolas de pelo antes que se formen, elaborados con ingredientes especiales a base de fibra.
Sin embargo, lo más importante y que mejor funciona, es la prevención, lo cual se logra con el cepillado frecuente del animal, operación indispensable para los gatos de pelo largo, que debe realizarse como mínimo diariamente, llegando a necesitar que se realice dos veces al día en el período de muda, cuando el pelo muerto hace su aparición de manera espectacular. También los gatos de pelo corto necesitan ser cepillados pero con menos frecuencia, más aún si se trata de gatos que viven en sitios cerrados, y que no tienen acceso a exteriores donde puedan ingerir hierbas.
El cepillado debe ser realizado suavemente por toda la superficie corporal del gato, con cepillo diseñados para este uso exclusivo, el cual puede ser adquirido en las tiendas para mascotas. Debe acostumbrarse al gato desde cachorro a este proceso, y realizado de la forma adecuada, llega a ser un momento de grata comunicación y afecto entre dueño y mascota.
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miércoles, 12 de septiembre de 2012
Importancia de las bolas de pelo en gatos
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